La luz del alba roza su piel
Despierta envuelta en blanco tul
El aroma a café se deja ver
Y el día comienza su ritual sutil
Ve su sonrisa en su soñar
Siente sus dedos en su piel
Susurros suaves al pasar
Como un canto que cruza el ayer
Y aunque él ya no está aquí
Su amor aún vive en lo sutil
En cada brisa, en cada flor
Late el recuerdo de su calor
Y en cada giro de emoción
Sus corazones son canción
Sale al balcón, respira paz
Las campanillas le hablan de él
El viento suave la abrazará
Mientras el cielo se vuelve miel
El río fluye sin final
Sus memorias lleva en su piel
Algunos días su andar es calmo
Y otros ruge con poder
Aunque las aguas se alejen ya
Lo siente en cada claridad
Su voz, su sombra, su calor
Aún viven en su corazón
Un gran amor no morirá
Es luz en lluvia y soledad
Él es su ancla en la marea
El lazo eterno que no se quiebra
Y aunque el mar cambie su canción
Sus almas vuelven al corazón
Ella ve su rostro en el amanecer…
Un amor eterno… que vuelve a nacer…