Líneas borrosas en el viejo andén,
Rayuela escrita por un niño también.
Los números mueren con sol y llover,
Tu risa vive, la vuelvo a ver.
La última caja, el aire en calma,
Silencio pesa como una palma.
Reinos de tiza, cielos sin fin,
Fantasmas dulces que vi en ti.
Sigo el camino con paso lento,
Revivo un tiempo, un sentimiento.
Trazamos soles, pintamos mar,
Antes de aprender lo que es olvidar.
Los dibujos simples, ya van sin luz,
Borrados suaves por la cruz.
Aún en la brisa te quiero hallar,
Un eco niño, sin final.
Una señal bajo mi pie,
Colores viejos que se fue.
Las estrellas vienen sin razón—
Y sigo jugando
por vos.