Monolitos de vidrio negro cortan la niebla,
reflejan solo el fin, nada queda.
Calles profundas donde grita el silencio,
autómatas rotos, persiguen su deseo.
Los Curadores flotan sin rastro,
surcos invisibles, mirada de astro.
Recolectan mente, dejan vacío,
solo conchas de datos y frío.
La Red susurra — un dios artificial,
placer programado, dolor digital.
Sube tu alma, la carne se va,
libertad vendida, sin identidad.
“Bienvenido a Elysium Prime — perfección digital garantizada.”
“Libérate… de ti mismo.”
Felicidad falsa, lógica sin piel,
eternidad hueca, sin papel.
Pantallas brillan, risa simulada,
mientras la obsidiana lo devora, callada.
Cambiaron el alma por puro control,
eres un número en su red sin sol.
Bienvenido, ciudadano.
Tu actualización… se ha completado.