Gratitud
Por Joaquín G.
Una observadora silenciosa, bañada en lluvia helada,
Me paro al borde del vasto dominio de la tristeza.
El peso del duelo presiona sobre la tierra,
Los paraguas negros florecen, un lienzo del nacimiento del luto.
Él yace debajo, un vacío donde una vez floreció el calor,
Un esposo, padre, amigo, demasiado pronto consumido.
Mis ojos lloran, borrosos la escena ante me,
Reflejando lágrimas que fluyen interminablemente.
Sin embargo, la gratitud brota, un río profundo y fuerte,
Por cada risa, cada canción de amor, toda la vida.
Los recuerdos grabados, un tesoro que aprecio,
Susurrando momentos en los que me tenía cerca.
Caras a mi alrededor, un tapiz de dolor,
Algunas sombreadas por la pérdida, algunos recuerdos sostienen.
Un coro silencioso, las voces zumban en mi ser,
Una sinfonía de amor, susurrando su nombre.
Y cuando la ceremonia llega a su fin,
Un voto dentro de mi corazón destrozado yo mendigo.
Su legado, la amabilidad, la luz del amor implacable,
Guiará mis pasos, brillando para siempre.
Porque aunque se haya ido, su espíritu no puede cesar,
Su impacto se ondula, otorgándoles paz interior.
Querido esposo, en esta hora solemne,
Mi gratitud resuena, un amor sin poder.
Gracias por el regalo, un amor sin igual,
Un recuerdo que atesoraré, un amor más allá de la desesperación.