El viento juega en mi cabello,
como un susurro que dejaste.
Una promesa va en el cielo,
un soplo más, y ya me alcanzaste.
Estoy a un minuto de ti,
siguiendo sueños que creí.
Las lunas subirán,
una, dos, y tres,
y antes que caiga la tercera, volveré.
Trazo montañas con los dedos,
como oraciones sin miedos.
El viento lleva mi voz a ti,
suave y sutil.
Un paso más, y ya estaré,
cruzando piedras, sin retroceder.
No soy de esperar, no sé quedarme—
Yo sigo al amor,
yo sé arriesgarme.
El viento ahora vive en mí,
cada kilómetro lo sentí.
Soy el que nunca olvidará,
cada promesa, cada verdad.
Veo tu sonrisa en el cielo azul,
una estrella canta de ti y de mí.
Aunque el camino es ancho y cruel,
te llevo aquí,
en mi piel.
Tú esperas como espera el mar,
profundo y fiel,
y yo soy lluvia en tempestad—
me muevo sin red.
Trazo el silencio con mis manos,
escribo tu nombre en los llanos.
El viento me lleva hacia ti,
y siempre será así.
Estoy a un minuto de ti,
un latido de mí…
Ya regreso,
no me perdí.