Inhala el alba, pura claridad,
antes que el ruido gane la ciudad.
El cielo duerme, la luz se va,
los sueños flotan con la brisa ya.
Huele la tierra, la lluvia y el sol,
el eco de estrellas, su último rol.
El aire fresco murmura tu ser,
y aún no hay nada que temer.
Aroma del alba, suave y real,
respiro de calma, luz sin final.
Antes del ruido, del mundo veloz,
hay un instante solo de los dos.
Déjalo entrar, tan sutil y en paz,
un mundo nuevo que empieza detrás.
Abraza el tiempo sin apurar,
antes que el día lo haga cambiar…
Aroma del alba, comienzo fiel,
latido suave bajo tu piel.
No tengas prisa, deja brotar,
la luz del día quiere cantar.