Saltar al contenido

La Canción Silenciosa

La melodía se ha ido sin sonar,
dejando solo un eco sin color.
Mis oídos buscan, quieren recordar
el dulce canto de nuestro amor.

Tu último adiós aún vive en el rincón,
repite su lamento sin cesar.
Una cadencia triste, sin perdón,
que solo sabe herir y desgarrar.

Mi voz intenta tu cantar,
pero el dolor me hace callar.
La música murió sin ti,
y solo escucho el fin en mí.
Una última nota quiero oír—
tu nombre, luz para seguir.

Canto sola, una plegaria sin voz,
en sombras donde bailaba el sol.
Cada línea se vuelve gris, feroz—
un réquiem que no tiene control.

Daría mi aliento final…
por una nota celestial.

Antes de irme y desaparecer,
solo tu nombre
quiero volver a tener.