Porque eres tú,
veo mares
donde sólo había asfalto.
La ciudad es un océano,
y estoy aprendiendo a nadar.
Solo por ti,
me convierto en duende nocturno,
pequeño y silencioso,
colándome en tu habitación
solo para verte dormir.
Por ti,
rompo mis cadenas,
cuando estoy cerca de tu baile—
soy libre,
sin peso en tus brazos.
Porque eres tú,
desaparezco al amanecer,
criatura de la noche
que vuelve a las sombras.
Tus labios son dulces—
tus besos la tinta
que escribe mis versos.
Nuestro corazón late unido—
un solo ritmo compartido.
Porque eres tú,
me esfumo al abrirse el día,
de vuelta a las calles mudas.
Tus labios son dulces,
tus besos mi poesía.
Tu corazón late,
siguiendo el mío—
un solo, compartido ritmo.